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Es clave el legado industrial para el desarrollo económico e inserción regional de Puerto Rico

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29 de junio de 2004|Comunicado de prensa

Trigésimo período de sesiones. 29 junio, 2004

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 	 José Luis Machinea, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, presentó el estudio sobre la evolución de la economía de Puerto Rico.
José Luis Machinea, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, presentó el estudio sobre la evolución de la economía de Puerto Rico.

La estrategia de desarrollo del Estado Libre Asociado de Puerto Rico debería aprovechar el legado de más de cuatro décadas de industrialización para insertarse en una economía regional cambiante, a la vez que se fortalecen las bases locales de la competitividad. Esta estrategia debe producirse en un marco de competencia abierta en la que el capital local sea protagonista.

Así lo señala el documento Evolución de la economía de Puerto Rico, su inserción en un mundo globalizado y lineamientos de política para enfrentar desafíos futuros, cuya síntesis se presentó hoy en el Trigésimo periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que tiene lugar esta semana en Puerto Rico. El estudio fue elaborado por encargo del Departamento de Estado del País, y se realizó en coordinación con esta misma entidad y especialistas de la Universidad de Puerto Rico.

El documento sostiene, además, que la política industrial deberá ir de la mano con la inserción externa, pero en un contexto regional y global modificado por un régimen comercial más abierto y condiciones competitivas más apremiantes. Se debe dar más énfasis a la promoción de exportaciones no sólo de la manufactura de alta tecnología, ya exitosa, sino a otros sectores que en el pasado casi no han tenido salida a los mercados internacionales, pero en los cuales puede existir ventaja comparativa.

Advierte que, si bien se ha logrado establecer una base industrial importante y competitiva en muchas de sus ramas, se han visto las limitaciones de efectos multiplicadores al resto de la economía y de su capacidad de generar empleo, por lo que la tasa de desocupación ha permanecido alta durante muchos años. La estrategia de formar aglomeraciones productivas o clusters estratégicos en industrias de alta tecnología -no sólo manufactureras, sino también de servicios- pone el énfasis en los eslabonamientos interindustriales e identifica al capital local como un actor destacado del proceso.

Puerto Rico ha logrado una economía moderna con elevada competitividad en segmentos de la manufactura y los servicios. Sin embargo, no ha sido tan exitosa en promover los eslabonamientos interindustriales con empresas de capital local, y aunque existe evidencia de la transferencia de tecnología al nivel microeconómico -tanto por la incorporación de tecnologías de punta en empresas locales como por la capacitación de los recursos humanos, especialmente en los niveles profesionales y gerenciales-, no se puede afirmar que haya contribuido a la formación de un sistema nacional de innovación.

Se desprende también de esta experiencia que el desarrollo de los eslabonamientos interindustriales y la transferencia de tecnología que son los beneficios potenciales más importantes de la atracción de capacidad industrial del exterior, no son necesariamente procesos automáticos, sino que requieren de la implantación de políticas públicas que las hagan posible y las promuevan.

El estudio indica que en sus fases de desarrollo iniciales la economía puertorriqueña estaba protegida de la competencia de terceros países dentro del sistema arancelario estadounidense. Con el paso del tiempo Puerto Rico ha tenido que ajustarse a una condición de "apertura sin protección", a medida que Estados Unidos ha ido abriendo más sus mercados en los diversos procesos de liberalización comercial.

El documento señala que se debe analizar la estructura de ventajas comparativas que Puerto Rico parece tener en ciertas actividades de servicios como finanzas, seguros y bienes raíces, la ingeniería, las comunicaciones y los servicios de apoyo a negocios como auditoria y consultoría. Conviene valorar las exportaciones potenciales de servicios a los países de Centroamérica y la República Dominicana para que éstos puedan aprovechar la apertura provista por el Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos y los países de Centroamérica (US-CAFTA), más la República Dominicana, además de investigar las oportunidades de exportación que se presenten en este acuerdo.

Sin embargo, advierte que el país debe examinar los flancos que quedan expuestos con dicho acuerdo ya que éste puede imponer ciertos retos a la agricultura puertorriqueña, fuente de empleos en algunas áreas del País.

Respecto al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el documento señala que sus posibles efectos negativos no tendrán un gran impacto ya que el comercio exterior de Estados Unidos ya está muy liberalizado. Sin embargo, indica que Estados Unidos aún mantiene tarifas de arancel relativamente altas en algunas industrias como las de uso intensivo de mano de obra, con fuerte presencia en Puerto Rico. El País tiene entonces un flanco expuesto en sectores donde la reducción de barreras arancelarias será más fuerte (confección y textiles, productos de cuero, alimentos procesados, productos de piedra, arcilla y cristal, y productos del tabaco).

Reajuste de la estrategia de desarrollo
El documento compara la evolución económica y social de Puerto Rico teniendo como referencia tanto el caso estadounidense, como el de países de América Latina y el Caribe. El estudio apunta las peculiaridades del modelo de desarrollo puertorriqueño frente al resto de la región y ofrece elementos útiles para el diseño de políticas e instrumentos de desarrollo.

La experiencia puertorriqueña ilustra la necesidad de reajustar cada cierto tiempo la estrategia de desarrollo para adecuarla a los cambios en el entorno. Los determinantes de la competitividad son cambiantes; en el caso de Puerto Rico ello se ha visto principalmente en la evolución de los costos salariales, la pérdida de potencia de los incentivos fiscales como promotores de la industrialización y la importancia creciente de la competencia de terceros países por los mercados de Estados Unidos.

El documento Evolución de la economía de Puerto Rico, su inserción en un mundo globalizado y lineamientos de política para enfrentar desafíos futuros será publicado próximamente en formato de libro. Dicho trabajo se nutrió de un proceso de consultas con representantes de los sectores público y privado, la sociedad civil y el movimiento sindical.

El Trigésimo período de sesiones de la CEPAL tiene lugar en San Juan de Puerto Rico del 28 de junio al 2 de julio de 2004 con la participación de más de 300 delegados de los 41 Estados miembros y 7 asociados de esta Comisión regional de Naciones Unidas, así como representantes de organismos especializados de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales e invitados especiales.